La angiografía cerebral utiliza un catéter, la guía por rayos X y una inyección de material de contraste para examinar vasos sanguíneos en el cerebro para identificar anormalidades tales como aneurismas y enfermedades como la aterosclerosis (placa). El uso del catéter hace posible la combinación del diagnóstico y tratamiento en un sólo procedimiento. La angiografía cerebral produce imágenes muy detalladas, claras y precisas de los vasos sanguíneos del cerebro, y puede eliminar la necesidad de una cirugía.
Los médicos usan el procedimiento para detectar o confirmar anormalidades dentro de los vasos sanguíneos en el cerebro, incluyendo:
- un aneurisma, un bulto o protuberancia que se desarrolla en un arteria debido a la debilidad de la pared arterial.
- arterosclerosis, un estrechamiento de las arterias.
- malformación arteriovenosa, un nudo de vasos sanguíneos dilatados que altera el flujo normal de la sangre en el cerebro.
- vasculitis, una inflamación de los vasos sanguíneos que generalmente produce el angostamiento de los mismos.
- un tumor cerebral.
- un coágulo sanguíneo.
- un desgarro en la pared de una arteria, conocido como disección arterial.
- un ataque cerebral.